Astromayéutica
o el arte de fecundar las estrellas

Muriel Rojas Zamudio

Existen, tal como en sicología, filosofía y otras ciencias humanas, múltiples corrientes astrológicas. Porque el horóscopo invadió todos los media, la mayoría de la gente ignora esa diversidad y piensa que astrología es un método de adivinación. Sin embargo, encerrar aquella disciplina en este puro uso nos lleva a subestimar sus potencialidades reales, empezando por su dimensión espiritual y filosófica.

Cualquiera sean sus creencias, los astrólogos no pueden evitar estudiar el espacio virtual representado por la carta natal a través de una (o varias) de esas 4 ventanas:

EL SUJETO

Mirando un tema como simbolización de un « Sujeto », estudiamos el funcionamiento de la persona al nivel emocional o cognitivo o comportamental (o los 3 a la vez). Buscamos describirla basandónos en las tipologías « sicológicas » zodiacales y planetarias.
En el contexto de una consulta, el Sujeto es la personalidad de la persona que viene consultar.

EL OBJETO

Todo humano siendo un « Sujeto » potencial, el término de « Objeto » alude a lo que es exterior a la persona, los objetos reales que van a cruzar su camino o llegar a su encuentro.
En el contexto de una consulta, son los planetas del sistema solar, no como símbolos o arquétipos sino como « piedras » emitiendo señales físicas hacia un individuo-Sujeto.

LA RELACION

Aquí nos interesamos a lo que resulta del encuentro de un Sujeto con un Objeto, a las formas de sus intercambios cuando un sujeto y un objeto no se suman pero crean una entidad independiente de ellos. La yuxtaposición o la confrontación de lo que son, supera sus individualidades y forma un « diálogo».
En el contexto de una consulta, la « Relación » será el proceso de comunicación entre el objeto (planeta emitiendo un estímulo o señal) y la receptividad del sujeto (su interpretación personal del estímulo en símbolos).

LA INTEGRACION

Se trata en este lugar de la totalidad formada por los 3 planos anteriores. Se abraza aquí en una misma mirada la armonía - o la discordancia- de un sistema observado en movimiento.
En el contexto de la consulta astrológica, es la manera de funcionar – que sea correcta o problemática - de la relación entre el hombre y el sistema solar.

Del geocentrismo al egocentrismo

Del « Sujeto » a la « Integración », astrología es susceptible de aclararnos sobre los aconditionamientos nacidos de los juegos de influencias entre el individuo y su entorno.
Para ser eficaz, tendrá que confrontarse en todos los casos con lo vivido del consultante para auto-evaluarse : cuáles son los elementos del tema de nacimiento que se desarollaron ? Son equilibrados o no ? Porqué ?
Una carta natal debe ser aprehendada por lo que es: una representación gráfica del sistema solar tal como hubiéramos podido observarlo alrededor de nosotros al nacer. Es un orden cósmico que cada uno va interpretando a partir de su posición geocéntrica.
Un ejemplo: un grupo planetario « visible » al Ascendente del Sr X aparecerá en otro sector del cielo de la Sra Y, nacida horas mas tarde. Sin embargo, en el cielo real, los planetas se movieron muy lentamente !
Qué podemos concluir ? Es el punto de vista del observador, considerado como « centro del universo », que creó la diferencia y nos hace pasar del geocentrismo al antropocentrismo… incluso a veces al egocentrismo.

Una ecología del Ser

Si postulamos que el hombre y el sistema solar forman un conjunto de intercambios permanentes, podemos considerar astrología como una forma de ecología. Es decir, etimológicamente, una « ciencia (o un discurso) del hábitat » estudiando las interacciones entre todos los elementos de un sistema vivo cuya finalidad es manterner su equilibrio.
El punto de observación celeste del astrólogo siendo geocéntrico, tál ecología tendría lógicamente al hombre como núcleo receptor. De allí, la hipótesis de ver en astrología una « ecología del Ser ».

Si ignoramos aún el modo concreto en el cual se establece la comunicación entre el hombre y los planetas, se observa tanto al nivel cognitivo que sicológico que el hombre es un miembro activo de la molécula cósmica en la cual vive. Sus ritmos y los de los planetas entran en resonancia armónica o no, imprimiéndose en él mucho más allá de su historia personal. Lo que recibe el hombre del universo provoca en él reacciones físicas y síquicas que van acondicionando sus respuestas. La naturaleza de aquellas respuestas provocará a su turno reacciones en su receptor (otro humano, animal…) engendrando un círculo comportamental vicioso o virtuoso.

Segùn esa teoría, la transcripción gráfíca de las posiciones planetarias al nacer nos advertirían entonces del « terreno » del cual dispone el Ser para revelarse, construirse…o perderse. Tratarían de una geografía síquica modelada con el tiempo y los eventos susceptibles de « accidentarla », cuya meta sería mantener sus fuerzas en equilibrio para que como sistema generen energía (a semejanza de un motor). Teniendo claro que hombres y planetas no se confunden, se supone que los planetas no acondicionan el propósito de la energía (la meta) sino la forma de concretizarla (los medios elegidos).

Pero al funcionar como un genotipo, el sistema planetario – tál como sería inscrito individualmente en cada humano - es tributario del marco donde vivimos. No debemos olvidarlo si queremos descifrar esos « génes astrales » y luego especular sobre su desarrollo sin alejarnos de la realidad. Ser « portador » de una enfermedad no significa que se desarrollará un día ; factores exteriores son necesarios para activarla.
Así van también los marcadores astrológicos, entre potencialidades y libre albedrío, llevando el hombre a superar nuestras tentativas de modelización teóricas, lo que demuestra la investigación de terreno.

Una práctica dirigida hacia una disciplina ascética

Astrología debería ser a-dogmática, o mejor dicho: tras-dogmática. A través de lo que nos revela de nuestras características y de nuestras elecciones mas o menos conscientes, puede llevarnos a interrogar nuestros modelos, ponerlos a pruebas, para después –según nuestras convicciones – liberarnos de ellos, superarlos, guardárlos, o desengañarnos. Es una herrramienta de diagnóstico ideal para sanar el ego y ponerlo al servicio del Ser a traves de disciplina ascética. O sea, una disciplina corporal y espiritual voluntaria dirigida hacia un idéal de perfección que las influencias astrales van a formalizar, pero cuya finalidad depende de la voluntad personal del individuo..

De este punto de vista el papel del astrológo no sería anticipar el futuro, pero acompañar a su consultante en la identificación de sus fuertes y sus debilidades (mediante el diálogo, la imaginación activa…) y luego elaborar con él una estrategia de equilibraje de sus enregías (pasos concretos que dar, actos) para cumplir su meta (cambiar de trabajo, encontrar una pareja…).

El astrólogo debería ayudar a determinar si las relaciones entre el sujeto-humano y el objeto- sistema solar producen efectos buenos o malos para la persona, y si es necesario reforzarlos o buscar las creencias negativas que deberán ser eliminadas o transformadas para que el Ser se desarrolle.

Aplicar astrología a la esfera ontológica permite al Sujeto lograr la Integración Relacionándose al Objeto : el individuo aprende a conocer y a coordinar su mental, sus emociones y su instinto para preservar su armonía interior y entonces apoyarse en ellos para tener acceso a una visión escatológica mas amplia. El astrólogo se hace « matrona » para llevar a cabo la gestación de los polvos de estrellas que somos.

Por lo tanto, se merece sin dudas ser llamado « astromayéutico ».

Muriel Rojas Zamudio
murielrojas@hotmail.com

Bibliografía
-Jean-Pierre Nicola: Eléments de Cosmogonie Astrologique. JP.Nicola. Ed.Comac.
-Anthologie Astrologique 1980-1986. JP.Nicola. Ed.Comac.
-Actes du Colloque: Astrologie et Spiritualité. Ed.Comac.
-La Pensée Conditionaliste. Collectif. COMAC.
-Les aspects planétaires. JP.Nicola. Comac.
-Actes du Colloque: Images et Représentations. Ed.Comac.
-Richard Pellard: Manuel d’astrologie naturelle. Ed.Dervy
-Henryk Skolimowski: Eco-philosophie et Eco-théologie. Ed.Jouvence

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Muriel Rojas Zamudio es encargada de la revista "La Carta de los Astrologos" de la
Federacion De Los Astrologos Francofonos" desde Marzo 2004. Ex-alumna de su
presidente, Alain de Chivre, estudia actualmente la obra de Jean-Pierre Nicola.
El articulo en archivo adjunto es una introduccion a su "trabajo de campo" como
terapeuta transpersonal y astrológa.